Valiendo madres
Galimatías. 19 de diciembre de 2021
Ernesto Gómez Pananá
Según la RAE, el lenguaje es la facultad del ser humano de expresarse y comunicarse con los demás a través del sonido articulado o de otros sistemas de signos. Esa es una de las características que nos hacen humanos.
El lenguaje -si bien aplica en cualquier caso, para fines prácticos me refiero aquí al idioma español únicamente- es una instancia viva, dinámica, en evolución permanente: las palabras que usamos en Tuxtla no son exactamente las mismas que se usan en Monterrey o en Mérida; tampoco las que se usan en Sevilla, en Cali o en Montevideo. Tampoco son las mismas que usaron nuestros padres o nuestros abuelos, ni tampoco las que usarán nuestros hijos.
El surgimiento del internet -la velocidad a la que hoy día nos comunicamos, la facilidad con que nos enteramos de acontecimientos o transmitimos los de nuestro interés, abona también a una evolución del lenguaje también más acelerada y con fronteras más porosas, incluso entre distintas lenguas: no por nada es en esta época cuando mayor dominancia -el inglés es una lengua “influencer”- se experimenta a partir de la apropiación de palabras venidas de otro idioma: fake news, smartphone, trend topic, wasap, tuitear, gentrificación, bitcoin o random; pero también surgen palabras nuevas a partir de nuevas construcciones de conocimiento y nuevas corrientes de pensamiento: sororidad - que es la hispanización de sisterhood, hermandad femenina-, sin dejar de lado conceptos como amigue o compañere, que remiten al concepto mucho mas profundo, de un tercer género o muchos otros diversos géneros nuevos, lo que lleva a otro nuevo término llamado transhumanidad.
Esta misma velocidad con que surgen y se posicionan -en su momento esta palabra fue también un neotérmino- nuevas palabras lleva a que su “reconocimiento oficial” a través de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) ya no suceda como sucedía el siglo pasado, cuando la edición anual del diccionario de la RAE ya no se de en papel y ahora baste con “accesar” -otro cuestionado anglicismo que se ha posicionado en el castellano- a la página web o a la app de la Academia para saber cuáles son las nuevas palabras reconocidas por esa institución.
Pero es particularmente de dos de estos nuevos conceptos reconocidos por la Real Academia Española de la Lengua Española que deseo hacer mención, uno surgido en 2020 y con uso frecuente también en 2021, junto con Covid y pandemia. Me refiero a “sanitización”, término que claramente no existía en español, siendo su equivalente reconocido el término “desinfección” pero que a punta de traducir el término en inglés “sanitize”, terminamos adoptando en estos tiempos de “social distance” y nueva normalidad.
El otro término -vale madres- no tiene relación directa con la pandemia, fue incluido por la RAE como uno de los 3,836 conceptos reconocidos este años, es tremendamente mexicano, y es ese, “vale madres” y la RAE lo describe como “no importar nada… que no importa nada”.
Qué bien que a la academia le interesa recuperar lo que es el idioma real, no sólo el castellano culto sino el popular, el de la calle, el de los jóvenes. Qué bien que a la RAE no le valga madres.
Oximoronas 1. Otro término recién incluido es “narcocorrido”. Doloroso que la realidad cruda lleve a asumir términos como éste. Ese es nuestro contexto: dinámico y vivo como el idioma. Lamentable.
Oximoronas 2. Galimatías reanudará tecleados el domingo nueve de enero del año próximo. Felices fiestas a mis cinco lectores. Si llegaste hasta esta última línea eres uno de _elles_. Millones de gracias.
👍
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